Testimonio de los padres de «María»
Este es el testimonio de los padres de una joven, (a la que llamaremos María, por guardar su anonimato) que residió en nuestra casa.
Hola. Somos un matrimonio de gente trabajadora, de convicciones católicas y como una bendición de Dios, tenemos tres hijas. Hace dos años aproximadamente, la más pequeña, María, nos anunció que estaba embarazada, con su edad sería una cosa normal excepto que estaba soltera y que supiéramos, sin pareja. El acogimiento que le hicimos de la noticia fue de sorpresa pero gracias a nuestras convicciones lo aceptamos como un regalo del Cielo.
Los primeros meses de embarazo transcurrieron con normalidad hasta que el padre de la criatura se enteró que nuestra hija iba a ser madre. Sin pedir parecer, exigió a María que fuera con él a un lugar donde le quitarían el «bombo»; y en el caso de que se negara le amenazó con hacerle la vida imposible a ella y a lo que naciera.
Se nos vino el mundo abajo, ya que nuestra hija no escogió a una persona precisamente adecuada para su bebé; y ante las amenazas y sabiendo de lo que sería capaz de hacer esta persona, nos pusimos a buscar un lugar donde nuestra hija terminase su embarazo y recibiera a su bebe con todas las garantías; y estando en ello, encontramos un Centro que nos ofreció seguridad, bienestar y sobre todo mucho amor para María y su bebé, cuando naciera.
Creo que Dios puso este Centro en nuestro camino, pues allí encontramos el refugio con personas y el ambiente adecuado para nuestra hija. El Centro Materno Infantil «Ave María», es el remanso de paz que necesitan aquellas madres, que como María, se ven abocadas a dejar a sus familias en momentos muy difíciles de sus vidas, y gracias a las personas que lo dirigen pueden recuperar esas ganas de seguir para adelante en esos momentos tan cruciales de sus vidas.
Mi familia se siente agradecida al Centro por la ayuda, formación como madre y el cariño que reciben por parte del personal que lo dirige y trabajan en el mismo. Muchas gracias por la labor que desarrolláis y seguid así porque aunque me consta que tenéis muchos sinsabores en vuestro trabajo, éste al final da el fruto que se persigue.